¿Qué resinas se utilizan en los recubrimientos en polvo termoplásticos?

Hay tres resinas principales utilizadas en recubrimiento en polvo termoplástico, vinilos, nylons y poliésteres. Estos materiales se utilizan para algunas aplicaciones de contacto con alimentos, equipos de juegos infantiles, carritos de compras, estanterías de hospitales y otras aplicaciones.

Pocos termoplásticos tienen la amplia gama de propiedades de apariencia, propiedades de rendimiento y estabilidad que se requieren en aplicaciones que utilizan polvos termoendurecibles.

Los polvos termoplásticos son típicamente materiales de alto peso molecular que requieren alta temperatura para fundirse y fluir. Se aplican comúnmente mediante aplicación de lecho fluidizado y las piezas se precalientan y se calientan posteriormente.

La mayoría de los recubrimientos termoplásticos en polvo tienen propiedades de adhesión marginales, por lo que el sustrato debe limpiarse con chorro de arena e imprimarse antes de la aplicación.

Los polvos termoplásticos se funden permanentemente. Esto significa que, una vez calentados, siempre se pueden recalentar y reciclar en diferentes formas según lo desee el usuario. Por el contrario, los polvos termoendurecibles, una vez calentados y moldeados en formas específicas, no se pueden recalentar sin quemar o descomponerse. La explicación química de este comportamiento es que las moléculas de los termoplásticos se atraen débilmente entre sí, mientras que en un termoestable están unidas en cadena.

Las fuerzas de Van der Waals atraen y mantienen unidas las moléculas. Dado que los termoplásticos se describen por fuerzas débiles de van der Waals, las cadenas moleculares que componen los termoplásticos les permiten expandirse y ser flexibles. Por otro lado, una vez que los polvos termoendurecibles se calientan, reaccionan químicamente y el nuevo compuesto formado se caracteriza por fuertes fuerzas de van der Waals. En lugar de formar largas cadenas, forman moléculas que son de naturaleza cristalina, lo que hace que el producto sea difícil de reciclar o volver a fundir una vez que se ha curado.